miércoles, 31 de octubre de 2012

DUBIDUBIDÚ...

He estado demasiado tiempo sin escribir. En realidad no se trata de escribir, sino de hacer: no he hecho nada en estas semanas. Ando mano sobre mano cuando lo mío es utilizarlas sin descanso.

Pensaba que era un bloqueo (y de hecho lo sigo pensando) pero "casualmente" este fin de semana, en el Congreso Vida después de la Vida al que acudí como cada año conocí a este hombre del gorrito que veis aquí (sí, la foto es de juzgado de guardia). 
Para nuestra vergüenza, ningún físico ni representante de la UCLM acudió al evento
Este hombrecillo de poco más de 1,60 de altura, gafas de culo de vaso y gorro estrambótico es Amit Goswami, doctor en física teórica nuclear, profesor de física cuántica en la Universidad de Oregón durante más de 30 años. 
Hasta los 45 años anduvo el hombre atrapado en el realismo materialista y el rigor de la ciencia cartesiana, hasta que un buen día se dio cuenta de que algo le fallaba y comenzó a tener en cuenta un concepto nuevo: la conciencia como creadora del mundo material.
Es uno de los físicos más importantes de la actualidad y uno de los pocos que ha través de la física cuántica se atreve a hablar de Dios o de Conciencia en el ámbito de la ciencia.
Una de sus frases que más me impactaron fue "La conciencia es como la luz que ilumina la caverna de Platón".

Lo más parecido a arte que he hecho ultimamente: el cielo de esta mañana y mi fuente más próxima.

Bien, pues durante casi un par de horas escuchamos  explicar a este hombre su manera de conciliar ciencia y espiritualidad (os invito a escuchar la conferencia, llena de humor y excelentemente traducida aquí).

En un momento dado, se refirió a la creatividad, eso que tuve hasta hace un par de meses y que perdí de repente junto con mi autoestima. He de hacer un inciso y comentar que mi autoestima va mejor, gracias, pero la creatividad es harina de otro costal. Espero con ansia mi primer viaje a Madrid para empezar a aprender técnicas básicas de joyería y comenzar a despertar del letargo. Y sé que eso va a suceder. Entre otras cosas, porque intuyo que es lo que debo hacer, y ya he perdido muchos años buscandome las habichuelas fuera de mi pecera...

Amit habló de la creatividad como un ente discontínuo ("It is not just do do do. It is not just be be be. It is do be do be do." No se trata simplemente de hacer, hacer, hacer, ni de ser, ser, ser. Se trata de hacer, ser, hacer, ser, hacer, ser)
Era gracioso escucharle decir aquello del "du bi du bi dú..."
Comprendí que mi mente se está tomando un descanso y preparándose para lo que ha de venir, y me reafirmé en mi idea de la fuerza poderosa de la mente-conciencia y del pensamiento positivo a la hora de tirar palante (si me permitís el mancheguismo).

Mientras mi mente y mis esquemas se adaptan a la idea de desaparecer de la ciudad durante cuatro días por semana a lo largo de tres meses, y de lo que ello implica para mi hijo, mi familia y mi futuro, ocupé mi día de ayer ayudando en el cole de Germán a hacer estas magíficas calabazas de papel maché.

Debo confirmar que unas cuantas horas sentada en una silla de niño de 4 años es algo molesto para la espalda, pero la experiencia de revivir un día de clases de primaria fue impagable.


Germán es el único que está borroso de forma natural. No para el tío. Estaba emocionado de ver a su mami en clase.
 Espero no tardar mucho en escribir el siguiente post, y con algo creativo y nuevo que contar.

Un beso para to@s y feliz miércoles!



martes, 16 de octubre de 2012

DE LAS CAGADAS DE PALOMA Y SU SIGNIFICADO ESOTÉRICO

Esta foto es para disimular: aunque no estoy haciendo  mucho, algo es algo, no?
 

Sí, habéis leído bien.
Si en la antigua Roma las sibilas y sacerdotes leían las vísceras  de pájaros y bichos varios para determinar la procedencia o no de las acciones de un ejército, ¿es posible que una cagada de paloma en plena coronilla (o séptimo chakra ya que estamos) constituya un augurio en respuesta a una pregunta vital y trascendente?
Más claro, agua...;)

Ya no odio los viernes. No tiene sentido dado que todos los días debo llevar a Germán al cole en bus. Así que aprovecho para volver a casa andando. Hoy  he decidido dar una vuelta más larga de lo habitual y de hecho he encontrado los carteles que veis aquí, que ya  hacía tiempo que no encontraba nada jugoso.
La verdad es  que el trayecto no ha sido muy amable. Mucha gente (¿desocupada?) por la calle, mucha cara de palo, mucho auricular en la oreja (yo la primera), mucha gente joven y menos joven corriendo con mallas,  mucho ambiente denso, mucho pensamiento tipo run-run...
Mátate o mata a alguien con una moto gorda sin examen!


 La cosa se ha ido poniendo más oscura cuando me encuentro este cartel en una autoescuela: ¿se puede ser más cafre?
Qué pasa, que ahora cualquiera puede conducir una moto de gran cilindrada y 300 kilos sin tener que pasar un exámen?
Total, que en un momento determinado he pasado por un parque y me he dicho: nena, párate, siéntate en un banco, respira, medita un poco, tranquilízate, pasa de todo...

Así que ahí que voy tan feliz a alinearme los chakras (sonrisa pseudoescéptica) y en esas estaba cuando...chof!: cagada de paloma en toda la coronilla y correspondiente chorreo a lo largo del brazo.
Una cagada de éste debe ser dolorosa...











Veamos: ¿se trata de un buen o mal augurio?
Qué significa esta divertida anécdota, que los dioses se ríen de mí o que me dan una cuestionable confirmación de que, ya que la mierda es vida, hay vida después del fin del subsidio por desempleo?  

Irónicamente, minutos antes había fotografiado este pajarito supuestamente bañado en plata (¿y sólo 12 €?). Me ha gustado tanto que no he podido evitar fotografiarlo. Creo que me lo voy a comprar después de todo. ¿Bonito es, verdad? ¿Causalidad de Jung?... creo que mejor me olvido del tema. 
Por supuesto, me he lavado el pelo.

Tomémonos el tema con humor. ¿Qué otra cosa se puede hacer?
Por cierto, mis felicitaciones a Jhon Doe por su encuentreo con Iker Jiménez: no todos los días se topa uno con el Manolo Escobar del misterio. En 2001 me tomé un café a su lado en un congreso y me pareció un tipo apasionado y un poco ingenuo, pero buena gente.

También, a toro pasado (lo siento), felicidades por su cumple a mi queridísima Elena, que anda allá por las Alemanias. Que pienso mucho en tí y en tu familia, aunque no me guste hablar por teléfono. Te tengo en la cabeza cada día y te mando energía.
 
Y, por otra parte, un abrazo virtual de congratulación a mi compadre Guarrina. Disfruta estos momentos: son los mejores, cuando entre las suelas de tus zapatos y el suelo hay un vacío de unos 20 cm.
Y la foto del día: justo después de mi "accidente". Qué más da, si ya está aquí mi querido otoño...
Feliz martes a tod@s.

miércoles, 10 de octubre de 2012

COSAS PENDIENTES


Un fin de semana fantástico, de los que ponen las pilas de verdad. 
El viernes, conferencia de Paloma Cabadas en la Diputación y reencuentro con mis compañeros de meditación, a los que eché tanto de menos durante este "molesto" verano.
El sábado, taller durante todo el día, con libreta y boli en ristre y divirtiéndome lo que no está escrito (hay que decir que meditar para sacar ciertas conclusiones o para conseguir determinados objetivos es trabajoso y a veces duro, pero es también un chute energético que dificilmente se puede explicar).


Por la noche, charla íntima y distendida con dos amigos muy queridos.
El domingo, reunión en un parque para meditar otro rato más con Paloma y los compañeros...qué delicia. 

Sí, es oficial: soy la rarita de la familia, la oveja verde, pero eso no es nada nuevo, y a mí me gusta.
En este momento me estoy imaginando a mi hermano riéndose de mí y preguntándome cuándo me mudo a la comuna jipi para poner un puesto de pendientes, pero una ya se acostumbró a que la tomen por chalada.
La Cabadas y una amiga, en un descanso.

 Y hablando de pendientes, ayer saqué unas bolitas de las que hice hace unos meses con fimo, agarré los alicates y los ganchitos y alambres y...tachán!!! ya tengo pendientes nuevos para una temporada.
No son los mejores que he hecho (esos los vendí hace tiempo entre la gente de mi antiguo trabajo o gracias a Angelita y a Esperanza que los distribuyeron), sobre todo porque eran bolitas que me quedaron por montar, pero para mi uso personal son perfectos con sus defectillos.
El más feo lo taparé con el pelo...




 Ahora que me he lanzado a la piscina y me he matriculado en un curso de joyeria en plata y bisutería en Madrid ( ya os iré contando mis aventuras durante tres meses en la capital, prometo no llevar una cesta con un pollo en el tren), tengo que ir sacando las  herramientas y apuntando mis fallos más comunes.


Es un salto que hace unos meses me hubiera parecido de locos y totalmente inviable, pero ahora creo que es lo mejor que puedo hacer, lo que me apetece y lo que me hará más feliz al menos la corto y medio plazo.
Si sale bien, perfecto; si no me sirve para mucho, da igual: estoy muy emocionada y muy ilusionada, a pesar del precio, de los tres meses que pasaré viajando a Madrid para pasar 3 días a la semana, a pesar de dejar de ver a mis hombres ese tiempo.
Pero me siento bien, para mí es como una aventura fantástica: podré ir al Museo del Prado y al Thyssen por las tardes (con la guía inestimable de los señores Doe, espero), podré pasear por Chueca, que me pilla a tiro de piedra, podré ir a la Fnac y a la Casa del Libro, a librerías de viejo...ahhhh!!! La de fotos que voy a hacer!

En fin, foto del día: 10 de octubre y mis flores azules están mejor que nunca. Esto es de locos.   


 Feliz miércoles a tod@s!

viernes, 5 de octubre de 2012

COSAS QUE CALIENTAN EL CORAZÓN

Esta ya no la suelta, vive Dios!
Ayer Germán y yo vivimos una anécdota que nos sirvió de mucho a los dos.
A Germán, para saber lo que es la honestidad y el desvelo por el prójimo; a mí, para reconciliarme una vez más con la especie.
Reversible y estupendo
¿Os acordáis de este bolsito
Lo cosí allá por marzo para la merienda de Germán. Al principio no le hizo caso, pero con el tiempo llegó a tomarle cariño, hasta el punto de llorar como una magdalena el lunes pasado, cuando por descuido se la dejó olvidada en la parada del autobús cuando íbamos al cole. Volví a la parada pero, evidentemente, había volado.




Una germanada...
 Sólo se me ocurrió consolarle  diciéndole que la bolsita  le había servido bien durante un tiempo, pero ahora seguro que iría a parar a las manos de otro niño que la necesitaba más. Pero no bastó. Tuve que coserle otra con la misma tela, bastante más pequeña y menos pretenciosa (no era japonesa, más bien parecía de los chinos) porque, la verdad, el patrón original consumió demasiada tela y no tenía suficiente.   
Durante dos días  acudió al cole con su nueva  (y un poco cutre) bolsita, pero no dejaba de acordarse de la antigua.
Finalmente, ayer volvimos a la parada a la hora de costumbre y nos sentamos en el hueco habitual.
De repente, una señora rubia con un chandal fucsia superestupendo se acercó y nos tendió el bolsito. A Germán se le abrieron unos ojos como platos y sólo pudo decir gracias. Yo casi lloro.
Resulta que la buena mujer había estado buscándonos durante tres días, acudiendo un poco antes de su hora a la parada, hasta que el jueves madrugó un poquito más y al fin nos encontró.
Lo malo es que sólo pude darle las gracias efusivamente pero ni siquiera pude preguntarle el nombre: de repente se dio media vuelta y desapareció por donde había venido. Me hubiera gustado hablar un poco más con ella y que el niño le hubiera dado un beso, pero se fue con prisa.
Se me ocurrió que era una buena historia para contar en el cole, así que se lo comenté a la profe. Así que esa mañana los nenes tuvieron una lección que aprender sobre todo lo que es lo contrario al egoísmo.
La bolsita no es gran cosa, no hubiera sido imperdonable que la buena mujer se hubiera deshecho de ella o incluso que la hubiera utilizado para sus cosas, pero durante tres días se desveló por encontrar al niño que la perdió. Ójala me la vuelva a encontrar para agradecérselo de mejor manera.


Y bueno, por lo demás vamos haciendo cosillas como ésta, una repetición de la chaqueta Leaving que regalé a una buena amiga y que espero que le sirva bien, (aunque las mangas no eran muy largas...).








Hoy me siento mejor. Creo que el otoño siempre me ha sentado bien. Este annus horribilis quizá nos dé una pequeña tregua antes de irse a tomar viento.
Estoy del 2012 hasta el chakra del moño.

 
La foto del día: colores otoñales. 

Panchitos y buena compañía que espero se repita hoy. La foto se tomó en tiempos para mí mejores, así que los que no se comieron  ya deben estar rancios...  La compañía confío que no.

Buen fin de semana para tod@s.