ARRIBA O ABAJO

Hay días que cuesta un poco ponerse a vivir. Hoy es viernes. Los viernes me gustan, me gustaban. Pero a veces la actitud vital flower power se me hace cuesta arriba.

Los viernes me encargo de llevar a Germán a la guarde, y de ahí lo llevan al cole, que está lejos. Me gusta que siga en contacto con las chicas de la guarde, son un encanto y sé que adoran a mi hijo (y él a ellas).

Pero el hecho de transitar por calles por donde se agolpan los coches con gente que va al trabajo no ayuda precisamente a sentirse bien.

Tengo que echar mano de toda mi energía y, como dice mi querida María, "visualizar en positivo", pero en ocasiones resulta tan complicado...

Se hace necesario elegir: venirte arriba o abajo. Es tentador lo segundo, la autocompasión, el llantico, el rechinar de dientes...pero no. Esta situación no va a poder conmigo. La voy a controlar. No será porque no tengo talentos. Fin de la discusión.

Creo que por eso me sale la vena rococó y excesiva: necesito colores, divertirme un poco, ser más excéntrica de la cuenta, y así me va:   

Incluso Menrold llegó ayer a soltarme aquello de: "¿Pero eso lo vas a sacar a la calle?" , así que entiendo que resulta un poco hortera, pero mira, me da igual. Cuando esté acabado, me lo pondré (moderadamente) orgullosa.

Seguro que el bolsito de marras se lo pone alguna de éstas y resulta ser super fashion de la muerte.

Especímenes con gran vida interior...

Por otra parte, últimamente tengo mono de knitting...creo que me haré otro chal por las noches, cuando no tengo que prestar especial atención a nada...relax y ya está. Para eso tengo estas lanitas estonas de Lanafina:

Se admiten sugerencias, así por lo menos tendría algún comentario...de vez en cuando veo pasar delante de mi blog un matojo rodante de esos que atraviesan los pueblos de los western...

Bueno, acabemos con la vena derrotista. He aquí la foto del día:

Y esos ajos morados, verdad que son una pasada?

Emulando (o intentándolo al menos) a mi ponderado Paul, adjunto instantánea artística de la idea que se me ocurrió ayer después de  recibir un regalo sabrosón, pero ciertamente oloroso.  Imaginaos el queso manchego más curado y más apestoso y multiplicadlo por 10. El resultado es este cachito pequeño pero matón.

Pues improvisé una mini quesera con una tabla de cortar salchichón y un cuenco de Ikea. No digáis que no queda aparente. Y además...funciona!.

Feliz viernes para tod@s.